Omán, diversificación contrarreloj
Omán, diversificación contrarreloj
Ante el inminente agotamiento de sus reservas petrolíferas, Omán busca diversificar su economía en un tiempo récord y apuesta por la apertura para conseguirlo.
A primera vista, los rasgos básicos del Sultanato de Omán no distan mucho de los de sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), ya que el país es también un recodo desértico de alto rendimiento petrolífero. El crudo representa más del 60% de las exportaciones omaníes y la mitad del PIB del país, que cuenta bajo su suelo con reservas probadas de 5.500 millones de barriles.
Pero, a pesar de esta gran bonanza, esas reservas son, en realidad, muy inferiores a las de sus vecinos: suponen tan solo el 1,2% de las totales del CCG y se calcula que podrían agotarse en pocos años. Por ello, el Sultanato tiene una urgencia mayor que la de sus socios por diversificar su economía.
Omán
Ya en el artículo sobre Omán que la revista El Exportador publicó en 2010 se recogían testimonios de las autoridades omaníes exponiendo la necesidad de diversificar la actividad económica, atraer a empresas extranjeras reconocidas y adoptar una economía de mercado abierta basada en la libre competencia.
Hoy, cuatro años después, y tras un ritmo de crecimiento real sostenido cercano al 5%, ese plan de diversificación es ya una carrera contrarreloj para hacer frente al inminente agotamiento del petróleo y del gas.
Entretanto, el país ha seguido una evolución económica sobresaliente, según Sergio Vela, consejero económico y comercial de la Embajada de España en Mascate: En 1970, Omán tenía 10 kilómetros de carreteras, un hospital y una escuela. Cuarenta años después, en 2010, un informe de la ONU señalaba que Omán es el país que más se ha desarrollado en ese período.
Planes y visiones
El programa de diversificación de la economía se ha apoyado en diversos planes quinquenales. El actual abarca desde 2011 a 2015 y, según Vela, tiene como objetivo, además de mantener la capacidad de producción de petróleo y gas, diversificar la actividad mediante la mejora de infraestructuras y eliminar obstáculos al crecimiento gracias al desarrollo de sectores como el de la energía o el agua, que deben tener capacidad para absorber la gran expansión de la economía. Como prueba de ello, Omán tiene previsto gastar más de 50.000 millones de dólares en megaproyectos públicos en los próximos 10-15 años.
El Consejo Supremo para la Planificación acaba de comenzar los trabajos para la preparación del próximo Plan Quinquenal. Aunque no está aún bien perfilado, el nuevo plan pondrá presumiblemente el acento en políticas sociales (en ámbitos como educación, formación, empleo, sanidad y servicios de transporte), el turismo, la pesca, los minerales y la industria petroquímica y de plásticos.
Estos planes quinquenales se complementan con una serie de directrices económicas que emanan del propio líder del país, el Sultán Qaboos bin Said, y que se aúnan en la llamada Vision 2020. Esta aspira a remodelar el futuro económico de Omán y a cumplir una serie de objetivos generales para el año 2020, entre los que se encuentra la reducción del papel del Gobierno en la economía y la ampliación de la participación del sector privado, mejorando a su vez las capacidades de la fuerza de trabajo local y, por supuesto, promoviendo la diversificación.
Alternativas al crudo
Un sector que sobresale como posible alternativa al crudo es el industrial. La industria manufacturera supone actualmente el 10% del PIB nacional, pero es de desarrollo reciente y ha experimentado un fuerte crecimiento: mientras que la producción del sector industrial en 2001 fue de 1.700 millones de dólares, en 2011 se superaron los 7.500 millones, siendo la petroquímica la que más ha contribuido a este auge. Sin embargo, y pesar del empuje de sectores como la industria y la construcción, la gran alternativa a la economía petrolera sigue siendo el sector servicios, al representar en torno al 30% del PIB nacional.
Dentro de los servicios merece una mención especial el turismo, que las autoridades ven como uno de los sectores más prometedores para el futuro. Es uno de los principales ejes del plan de diversificación del Gobierno, a pesar de que haya sufrido un traspiés después de que la denominada primavera árabe y la consecuente inestabilidad política hayan disminuido recientemente el número de visitantes en la región.
Omán, diversificación contrarreloj
Apertura exterior
En su creciente apertura económica, Omán ha conocido también un auge del comercio exterior. Las exportaciones son especialmente importantes, al representar alrededor del 60% del PIB y haber generado un cuantioso superávit a las arcas nacionales. Los hidrocarburos siguen siendo los protagonistas de este vigor exportador (las exportaciones combinadas de petróleo y gas acaparan el 85% del total), pero también las importaciones han ganado peso.
Omán importa fundamentalmente automóviles (29% sobre el total), máquinas y aparatos mecánicos (15%) y aparatos y material eléctrico (7%). El principal proveedor del país es Japón, que le suministra sobre todo automóviles y aparatos mecánicos y electrónicos.
No obstante, en el sector servicios hay también grandes oportunidades para exportar a este país. Dado que la demanda de servicios en Omán crece a un ritmo superior al de la capacidad de suministro local, es un importador neto en este ámbito, por lo que es un interesante mercado para empresas de consultoría, auditoría, asesoría legal, ingeniería, logística, transporte, seguros, educación, sanidad, ocio o turismo.
Otro de los pilares de la política económica omaní es el fomento de la inversión del sector privado, extranjera y nacional. La legislación es favorable, pero establece límites respecto al tamaño de las empresas objeto de la inversión.
Así, la inversión extranjera en compañías con un capital igual o inferior a 150.000 riales omaníes (390.000 dólares) está prohibida. La ley permite a los inversores foráneos tener una participación de hasta el 49% en una empresa con un capital de al menos 150.000 riales, mientras que se acepta que esa participación sea del 100% en aquellos proyectos cuyo capital total exceda los 500.000 riales omaníes (1,3 millones de dólares).
Si bien la apertura gradual a la inversión foránea es otro de los ejes de la diversificación, alrededor de la mitad de los capitales procedentes del exterior se siguen destinando a la exploración de petróleo y gas.
Relaciones aún modestas con España
En tanto que miembro del CCG, Omán forma parte de un área geográfica de máximo interés para la política comercial española, ya que el Plan Anual de Acción Exterior de la Marca España para este año tiene al Golfo entre sus regiones prioritarias. Sin embargo, y a pesar de que el año pasado hubo un importante repunte de las exportaciones españolas al país, las relaciones económicas entre España y Omán son aún modestas.
La intención de las autoridades españolas es revertir esta situación y fortalecer los lazos económicos. Así lo demuestra el viaje que realizó el Rey Juan Carlos al país árabe el pasado mes de mayo, donde se reunió con el Sultán y se firmaron cuatro memorandos de entendimiento en los ámbitos de defensa, turismo, transportes y archivos, así como un convenio para evitar la doble imposición. En 2008 había solo dos empresas españolas con contratos en Omán, mientras que actualmente hay más de 20. Sin duda, ese viaje va a fortalecer esta tendencia, asegura Vela.
Esa visita al más alto nivel es una prueba política, diplomática e institucional de la intención de España de hacerse ver en un mercado pequeño pero prometedor, interesado en desarrollar sectores en los que nuestro país tiene gran experiencia internacional, y que además comparte muchas similitudes con países vecinos en los que la empresa española lleva tiempo desempeñando un papel importante.
Existen sectores con futuro
AGUA. Los escasos recursos hídricos del país y el crecimiento de la población omaní hacen que el agua sea un elemento estratégico clave. El Gobierno tiene entre sus objetivos el incremento de la capacidad doméstica de desalinización, ya que la demanda de agua desalinizada crece a un ritmo del 12% anual. Las autoridades han planteado también que el 80% del agua que se consume en la región de la capital, Mascate, la más poblada, provenga de aguas residuales tratadas.
DEFENSA. Omán tiene el segundo mayor porcentaje de gasto en defensa respecto al PIB de todo el mundo. El presupuesto de 2014 contiene una partida de 9.600 millones de dólares asignados a defensa y seguridad, lo que supone un incremento cercano al 4% respecto al año pasado. El país es una de las piezas clave en el refuerzo general de la defensa que Oriente Medio y el norte de África han experimentado en los últimos tres años.
ENERGÍA. El Sultanato tiene que doblar su producción doméstica de electricidad para el año 2020. Esta es la única forma de satisfacer una demanda eléctrica que crece a un ritmo medio del 10% anual, lo que ejerce fuerte presión sobre las ya escasas reservas de gas que se usan para alimentar las estaciones eléctricas y abastecer a la creciente industria manufacturera. A su vez, el país se ha marcado el objetivo de generar el 25% de su electricidad a partir de fuentes renovables, sobre todo mediante el desarrollo de las energías solar y eólica.
INDUSTRIAL. El país pretende fortalecer el sector industrial aprovechando la puesta en marcha de nuevos puertos, con particular énfasis en la minería, la petroquímica y la metalurgia. El desarrollo industrial cuenta con el apoyo institucional del Public Establishment for Industrial Estates (PEIE), cuyo objetivo es convertir a Omán en un centro regional líder de la industria manufacturera, entre otros sectores.
OBRA CIVIL. Alrededor del 6% de los proyectos de construcción e infraestructuras que se acometen en los países del CCG tienen lugar en Omán, que ha puesto en marcha un programa de inversiones valorado en 150.000 millones de dólares. En los últimos siete años, el país ha adjudicado contratos de obras por un valor aproximado de 8.000 millones de dólares, lo que hace de él uno de los mercados más estables de la región para estas actividades. Asimismo, el actual Plan Quinquenal asigna alrededor de 6.000 millones de euros en inversión en proyectos de aeropuertos, puertos, ferrocarriles y carreteras.
PETRÓLEO Y GAS. Aunque el país intente diversificar su economía para no ser tan dependiente de los hidrocarburos, estos son aún la mayor fuente de ingresos nacionales. El principal objetivo del país en este ámbito es fortalecer la cadena de suministro, para lo que requiere grandes servicios de asistencia técnica.
TURISMO. Es uno de los principales ejes del plan de diversificación económica del país, y las empresas con experiencia hotelera internacional son muy demandadas. La empresa turística estatal Omran es el agente con mayor número de proyectos turísticos en marcha del mundo; su plan a largo plazo es el desarrollo de hasta 12 megaproyectos turísticos en ámbitos como los parques temáticos, los monumentos históricos como fuertes y castillos, y el turismo ecológico.
A su vez, al Sultanato le interesa desarrollar un sistema parecido al de los Paradores Nacionales, mientras que a una empresa española, THR Innovative Tourism Advisors, se le ha adjudicado el contrato para preparar la estrategia turística del país.
Omán, diversificación contrarreloj
Empresas españolas en Omán
CADAGUA. Ve Omán como un mercado clave, debido a las grandes perspectivas de crecimiento del sector de tratamiento de agua. En 2010, la empresa resultó adjudicataria de la planta de tratamiento de aguas residuales de New Darsait; esta tiene una capacidad de 50.000 m3 diarios y está dotada de una avanzada tecnología.
En 2012, Cadagua participó en un consorcio multinacional al que se le adjudicó el diseño, construcción, operación, mantenimiento (durante 20 años) y financiación de la planta desaladora por ósmosis inversa de Al Ghubrah, en Mascate; es una de las desaladoras más grandes de la región, con una capacidad de producción diaria de agua potable de 191.000 m3, equivalente al consumo de una población de 800.000 habitantes.
INABENSA. Se estableció en Omán en 2012, donde trabaja en la promoción, construcción, operación y mantenimiento de infraestructuras y servicios públicos, sobre todo en el sector de la eficiencia energética y las energías renovables. La empresa lleva a cabo también proyectos de transmisión de la línea de alto voltaje y de electrificación de la red ferroviaria nacional omaní.
INDRA. Se estableció en Omán en 2010 con la adjudicación de un contrato del Ministerio de Transportes y Comunicaciones para renovar los sistemas de control de tráfico aéreo de todo el país. Este contrato incluye el suministro de sistemas de automatización, comunicaciones de voz y datos, y sistemas meteorológicos para los aeropuertos de Mascate, Salalah y otros cuatro aeropuertos regionales.
También contempla la implantación de dos sistemas avanzados de guiado y control en superficie en Mascate y Salalah. Además, la compañía española suministrará dos simuladores para el entrenamiento de controladores. Posteriormente, Indra ganó un contrato para la instalación de dos centros de gestión aeroportuaria en los aeropuertos de Mascate y Salalah. Recientemente, el Ministerio de Defensa ha adjudicado a la empresa un contrato para suministrar un sistema integrado de vigilancia y defensa aérea.
ISOLUX CORSÁN. Esta compañía y la local Khalidbin Ahmed & Sons LLC están llevando a cabo el proyecto de ampliación y mejora de la autopista BidBid Sur en Omán, por un importe total de 174 millones de euros. Este proyecto permitirá resolver los problemas de congestión existentes y reducir en gran medida el número de accidentes de tráfico que se producen cada año debido al deterioro de la actual calzada.
Además, la gran cantidad de intercambiadores y pasos previstos a lo largo del nuevo trazado asegurarán la conexión entre la autopista y la red de carreteras locales que comunican las ciudades y pueblos de esta importante ruta. Además de estas obras, Isolux Corsán desarrolló también la ingeniería conceptual de la extracción de gases licuados del petróleo (LPG) en la red de gasoductos de Salalah, al sur del país.
TÉCNICAS REUNIDAS. Comenzó a trabajar en Omán en 1989, a través de su empresa TR Engineering LLC, para proveer servicios de ingeniería conceptual y estudios de viabilidad a Petroleum Development Oman, la principal compañía de hidrocarburos del Sultanato. Posteriormente, amplió sus servicios a la gestión de proyectos, estableciendo una oficina en el país desde la que respaldar los trabajos de exploración, desarrollo y explotación de hidrocarburos de varias empresas de Oriente Medio. Cuenta hoy con más de 300 empleados en el Sultanato.
UNIÓN FENOSA GAS. Inició su actvidad en Omán en 2002, cuando firmó sus primeros acuerdos de suministro para los años 2004 y 2005. En 2004, la empresa rubricó con el Gobierno del Sultanato un gran acuerdo para la compra de gas natural por un período de 20 años.
A su vez, Unión Fenosa Gas participa junto a otros socios en la licuefacción de gas natural a través de su participación en la planta de Qalhat LNG, con un 7,36% del capital, donde tiene como socio al propio Gobierno del Sultanato, que ostenta la participación mayoritaria. El tren de licuefacción de esta planta tiene una capacidad nominal de procesamiento de gas natural de 4.400 millones de metros cúbicos anuales, y el 50% de su producción está destinada a atender las necesidades de la propia empresa.